Tomado de la revista HABLEMOS de El Salvador.com
Más que un grupo musical como cualquier otro, la Asociación de Investigación Cultural Talticpac, que en nahuatl significa firmamento o bóveda celeste, es un conjunto que nació para estudiar el nahuatl, la música folclórica, investigar la arqueología, la tradición oral y conservar instrumentos musicales de viento prehispánicos que han sido inventariados en Patrimonio Cultural.
Este grupo formado en 1987 es prácticamente el guardián de catorce piezas únicas que pertenecieron a los mayas de la época clásica, hace más de 1,200 años, y son los encargados de cuidarlas, protegerlas, conservarlas y al mismo tiempo hacer que esos sonidos que el tiempo había sepultado vuelvan a ser escuchados por los mortales.
Para quien ha tenido la oportunidad de oír a Talticpac, en realidad ha tenido el privilegio de escuchar los sonidos agudos que en una época sirvieron en los rituales para alabar a los dioses y seducir a los espíritus.
La fuerza melodiosa de esos pitos y flautas parecen embrujar el ambiente, se oyen como un canto lastimero, el arrullo del viento, el trinar de pájaros, y combinado con el tepunahuste se revive en el alma un pasado glorioso.
Aunque este conjunto vive fascinado por la música autóctona, su gusto musical les ha permitido mezclar en algunos temas los sonidos de los instrumentos antiguos con los modernos; así en unas canciones se escuchan sólo los pitos y flautas con el tepunahuaste, la caracola y los carapachos de tortugas, y en otras ocasiones se combinan con la guitarra electroacústica, el bajo o incluso con la batería.
Hay que aclarar que la música de Talticpac no es de proyección folclórica, más bien es una música ecléctica, que se basa en la riqueza cultural que ellos han investigado, como la música que los ancianos interpretan en las fiestas de los pueblos, tales como San Antonio Abad, Santiago Texacuangos, Santo Domingo de Guzmán, Juayúa y Cacaopera.
Asimismo, los ritmos de otras corrientes musicales modernas han sido utilizadas en conjunto con las ancestrales para formar sus propias melodías, asegura el licenciado Benjamín Palomo, director Embajadores musicales
El estilo musical de Talticpac, que navega entre los ritmos indígenas y lo contemporáneo, así como sus canciones con temas sociales y de rescate de la identidad cultural, le ha permitido expresar su arte en otros países.
El primer lugar donde se presentaron fuera del país fue en Cuba, en 1996. Luego visitaron Costa Rica en 2003, donde además de realizar el espectáculo dieron una conferencia sobre instrumentos musicales prehispánicos en la Escuela de Música de la Universidad Autónoma de Costa Rica.
Este mismo año, entre el 12 y el 21 de junio, estuvieron en Washington D.C., Estados unidos, en donde participaron en la “White Center Farmers Market”. También se presentaron en la ciudad de Seattle, y en dos radios: la KBCS, que promueve jazz y música “folk”, y Radio Sol.
La respuesta del público que los escuchó es catalogada como buena, menciona Benjamín Palomo, ya que tanto los latinos, en especial los salvadoreños, e incluso los estadounidenses compraban los discos que el grupo estaba promocionando.
Por el momento, Talticpac ha producido casetes con su música y de los músicos de pueblos, así como dos discos compactos con interpretaciones originales. “Estamos trabajando en el tercer disco que posiblemente saldrá a finales de este año. La característica de este tercer disco es que todo será cantado, y la letra y música será original de Talticpac”, menciona Palomo.
Una meta ambiciosa que tiene el grupo es presentarse todo el mes de diciembre próximo en Estados Unidos, ya que en las actividades recién pasadas recibieron ofertas para nuevos espectáculos, pero los compromisos laborales les impedían quedarse y tuvieron que regresar al país.
En todo caso, lo importante es que Talticpac ha logrado llevar a más personas los sonidos mágicos que hace miles de años interpretaban los músicos prehispánicos, convirtiéndose así en los herederos de los sonidos de los dioses.
Sobre pitos y flautas
Alrededor de 1990 el grupo se concentró más en el aspecto musical, y es en esta época que adquiere su primera flauta maya, la cual fue adquirida en una venta de antigüedades. Cuatro años después adquieren la segunda flauta en Chalchuapa.
Actualmente Talticpac tiene 14 instrumentos prehispánicos, entre pitos, pito-flautas y ocarinas, pero también ha reunido otros instrumentos similares a los usados en la antigüedad, como caracolas, sonajas, caparazones de tortuga y tepunahuaste, además de tambores y guitarras, entre otros. Una colección que les ha llevado 15 años reunir.
Con respecto a la autenticidad de las piezas precolombinas, éstas ya fueron avaladas por los expertos del ahora Museo Nacional de Antropología David J. Guzmán. De hecho estos instrumentos ya están registrados como bien cultural en colección privada.Debido a esto, cuando el grupo tiene presentaciones fuera del país debe realizar varios trámites para poder sacar los instrumentos. Primero piden una autorización a la Dirección de Patrimonio Cultural delConsejo Nacional para la Cultura y el Arte (Concultura), luego el presidente de esta institución remite la petición al ministro de Educación, éste hace lo mismo hacia la Comisión de Cultura de la Asamblea Legislativa, la que debe emitir un decreto para autorizar la salida, y por último es el presidente de la República quien da el aval para sacar los instrumentos de barro.