El Santo Hereje y la Retrochimba Social Club, es la sociedad de Manuel Ortiz y Julián D. Moya, acompañados por Carlos Rodríguez, Rosa González y muchos amigos que incidental o accidentalmente contribuyen a esta causa.
La Ciudad y su influencia a través de estilos como el rock steady, el punk, hardcore, metal, el rock clásico, la música de buseta, de tienda y cantina; el gusto y la recepción de nuevos sonidos, de propuestas alternativas de vanguardia del mundo y de la escena local; y la búsqueda musical de sus integrantes por tantos senderos adicionales se condensan en el absoluto desacuerdo y dan
origen a una premisa entre los Herejes:
“No limitar la labor creativa, ni tener un patrón o estilo definido para hacer nuestra música, eliminar el Odioso “Género” para evitar que el resultado sea obvio y predecible. - Cometer un acto de Herejía ante los puristas del Rock-”.
El Santo Hereje suena a Ska, a Hardcore, a Garage Rock, Indie Rock, Metal, a Reggae y Vals, a Música de circo y Música de funeraria, es pasivo y furioso, es pa bailar, pa brincar, pa meterse al pogo y luego seguir bailando.
Es música joven con intención madura, es música en maduración que se resiste a dejar de ser joven, son las mejores y peores influencias, la mejor peor idea, es…
Rock and Roll.
Las canciones de El Santo Hereje y La Retrochimba Social Club hablan de cotidianidad en general, ofrece un canto para todos.
Cada tema representa a un personaje o un estado del ser humano, El Santo Hereje se cuestiona y describe su realidad social, política o sentimental, usa un tono nihilista para expresarse, aun cuando muchas veces trae implícito un mensaje positivo. De esta
manera reconoce que es un hombre tragado por el sistema, luego cree que puede cambiarlo desde adentro; está enamorado, luego odia, ríe, sufre; no cree en nada y luego propone una salida a un conflicto basado en la confianza, habla de temas triviales, de temas incomprensibles hasta para él mismo o temas muy profundos y existenciales…
El Santo Hereje es un contador de historias, sin personajes obvios, sin nombres, sin tratar de convencer a nadie de nada, solo decir algo que no se puede guardar, tratar de hacer algo distinto y compartir su expresión.
Y como dice el Hereje:
“Escépticos, Creyentes, Burgueses e Indigentes, Vulgo y Pueblo nos reunimos hoy… Seamos todos Bienvenidos!
Que empiece el Ritual de Invocación (…)”
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