Espero de corazón que este artículo de opinión
llegue a manos de Idartes y los organizadores del Festival Rock al Parque, hoy
más que su página fue hackeada y las votaciones bloqueadas, porque creo que ya
se habrán dado cuenta después de las transmisiones de debates, de todos los
escritos que les colocan en las redes sociales, de que el dominio www.rockalparque.com.co ha sido
comprado por otra persona y de que varias bandas se retiraron de sus
votaciones, entonces deben darse cuenta pues que “algo” anda mal, ¿verdad? Y si
no se han dado cuenta es hora de que abran por favor los ojos y comiencen a
hacer el trabajo para cambiar eso. Son muchas personas las que están “dolidas”
con el festival.
Les voy a contar que es lo que duele del
festival, y porque le importa a todos los que están metidos en el rock de este país,
y cuando hablo de “todos los que están metidos” no hablo de los 400 mil
personajes que llegan por una y única vez al festival después de las seis de la
tarde, el mal llamado “publico” del rock nacional que en realidad no existe y
que, si es verdad que la meta en IDARTES este año como dijeron en el debate con
Zona Girante es subir un 4% la asistencia de ese público mediocre y mentiroso
que solo llega a ver gratis las bandas internacionales, entonces Rock al Parque
ha perdido su norte y debe acabarse. ¿Por qué? Por la dignidad del Rock
nacional.
Nadie quiere que se acabe, ninguno de los que
trabajan en el rock y que están metidos en el Rock quiere que el festival se
acabe, lo que pasa es que ofende, son muchos los ofendidos, los que trabajan a
diario por esta escena, los que conocen las bandas, los que tocan, los que saben
en realidad cuales son las bandas que se han estado quebrando el lomo fin de
semana tras fin de semana haciendo las cosas bien, sonando como bandas con
nivel internacional para que tres personas que no tienen ni el nivel de algunos
que si lo podrían tener o que así tengan buenas intenciones y buenos trabajos
en la industria no están capacitadas para escoger de la manera que lo hicieron,
OJO, no por incapacidad, sino por desconocimiento de la escena y entonces hagan
una lista mediocre que no corresponde a la realidad de la actualidad nacional.
Año tras año, el festival ha ido perdiendo la
grandeza que tenía y tocar en Rock al Parque ya se convirtió en un acto de
humillación para las bandas que quieren hacerlo. Año tras año son más las cosas
irregulares que pasan al interior de Idartes y que de seguro ellos no se han
dado cuenta o que si se dan cuenta entonces se hacen los “ojos ciegos, oídos sordos”
porque todos en el rock nacional están viviendo el sueño a medias, con su propio
dinero, organizando conciertos los miércoles porque casi ningún bar presta para
el rock los escenarios y si es un bar de rock generalmente está al borde de la
quiebra, para que el “estado” en este caso a través de Idartes se está gastando
casi un millón de dólares en un festival que podría ser la plataforma para las
bandas que en realidad lo merecen o al menos para las que participan, pero que
en vez de eso se convirtió en un festival “extraño”, en donde los invitados
internacionales cada vez agarran más protagonismo (y cada vez son más malos) y
las bandas nacionales quedan relegadas a un lugar de tristeza, comenzando por
la forma de la convocatoria tan mal realizada y tan mediocre que este año por
ejemplo 83 bandas quedaron por fuera por tonterías y absurdeces como las de no
enviar una lista de canciones que se van a tocar y entonces nace la pregunta ¿Quién
va a hacer esa veeduría? Si sabemos que nadie cumple ese plan de conciertos así
como a ninguna banda nacional le cumplen con el rider técnico que pide y así
como se hace lo que se quiere en el festival.
Ofendidos porque se le ha perdido el respeto,
ofendidos porque invitan bandas tropicales al único festival de Rock que
tenemos, ofendidos porque invitan bandas que tienen tres meses de formadas con
la excusa de que son “excepciones”, ofendidos porque manipulan las
inscripciones con o sin culpa y se perdieron por ejemplo discos de las bandas y
allá dijeron que era que no las habían entregado completas, ofendidos porque
creen que las bandas son tontas y van a llevar una inscripción sin discos,
ofendidos porque en Idartes son los mismos de hace años que ya se amañaron allá
y que no hacen nada por todas las quejas, ofendidos porque colocaron bandas a
ser votadas como reinado de belleza y encima fueron bandas que Idartes escogió
y que nada que ver con la trayectoria o la acogida, ofendidos porque con ese millón
de dólares los verdaderos luchadores de la escena y los verdaderos rockeros que
están trabajando podrían hacer maravillas, pero igual nada va a pasar.
NADA VA A PASAR… Este año, se realizará de
nuevo el festival, otra vez asistirán los 300 mil de siempre a ver las bandas
internacionales gratis, los pseudo-metaleros a gritar por Vader (Una banda que
no es conocida) pero que gracias a Rock al Parque por fin podrá tocar delante
de 100 mil, tocarán las bandas que el jurado escogió y que no reflejan el
verdadero panorama del rock nacional y de nuevo comenzará otro ciclo en donde
los mismos de siempre esperaran pacientemente otro año para poder gastarse ese
milloncito… y duele, al menos a los rockeros del corazón y alma, los que luchan
por la escena, les duele, y más cuando cada vez que buscan acercamientos a
Idartes, lo que hacen es voltear la cara, cerrarle la puerta en la cara y
burlarse de ellos. ¿O no es cierto?
Así que eso es lo que pasa con Rock al Parque,
que duele, porque algo que podría ser el bastión del rock nacional, la ventana,
la plataforma, se convirtió en el jueguito irresponsable de unos cuantos que
gastan un dinero que es de todos el pueblo, pero que no escucha al pueblo
cuando no le gusta algo!!! PÓNGANSE PILAS PUES, TODO SE PUEDE ARREGLAR, el festival puede volver a ser lo que algún día fue, contraten gente que sepa, gente idónea, renuevense, todos queremos que Rock al Parque sea un orgullo, escuchen a las personas, abran ojos, mente y oído, no todo es malo, pero lamentablemente lo malo opaca lo poco bueno.
Nota
del autor: Y en una opinión muy personal, me pareció que el haber
calificado de “malos” a todos los diseñadores que enviaron propuestas a Rock al
Parque para el afiche, haber declarado desierto el premio, así como publicar
una lista con puntajes a las bandas, es un acto irresponsable, de mal gusto y
que es nocivo para el sector tanto del diseño como de los músicos, las cosas se
deben hacer de manera responsable sin afectar a los demás.