Pero después de unos años de letargo
artístico, llegó una esperanza, una camada de bandas nuevas, la mayoría comenzaban
cantando en Ingles, bandas increíbles, con buenos músicos, con buenas expectativas
y sobretodo con buena música. Comenzaron desde abajo como debe ser, humildes,
buena gente, colaborando con todo y con todos, buscando oportunidades y así fueron
creciendo en nombre… hasta que llegaron y se estrellaron con el muro de la
realidad colombiana, también cayeron en manos de supuestos “managers”, “Promotores”,
“Genios del espectáculo” y esas bandas se convirtieron en bandas de marcas y
eventos de publicidad, olvidaron lo que era el rock y por qué estaban ahí, cuál
había sido su motivación y se perdieron en el afán de la fama, regocijándose a
ellos mismos con triunfos tontos como tocar afuera en algunos bares, como sonar
en las radios un lunes en la noche o un domingo en la tarde, cosas que muchos
hacen sin tanta alaraca y creyendo que la única forma de tocar en vivo es si
una marca los patrocina, sus discos ahora suenan amarrados a un estilo aburrido
y triste y tarde o temprano terminaran como todos esos esfuerzos que alguna vez
fueron una esperanza para el rock nacional, olvidados u homenajeados en alguna
fecha lejana durante 10 minutos.
No necesito decir nombres, algunos
identificaran a unos u otros. El mensaje es claro, si usted hace Rock por fama
y dinero no tendrá ni fama, ni dinero y lo que menos tendrá es Rock, porque la
gente no lo respetara, el que de verdad ama el Rock lo sabe y usted tendrá que
inflar sus triunfos pequeños, engañándose a sí mismo y haciendo creer a sus
amigos y a su público que son grandes. El triunfo más grande del rock no es que
una marca te patrocine cada concierto, que una radio mainstrean te ponga a
sonar, el triunfo más grande del rock es trascender, llegar al corazón de la
gente, no venderse, eso es feo, eso da lástima, el Rock que nos ha hecho amar
el género jamás se vendió, al contrario, llego a nosotros por el boca a boca,
por la rebeldía, en Casetes copiados, en las madrugadas de MTV cuando era
bueno, en las borracheras tempranas cuando despertábamos y nos dábamos cuenta
que había una voz que nos representaba.
Uno no vive del rock, uno vive para el Rock y
el día en que entendamos eso entonces vamos a tener una industria en donde el público
va a saber que debe apoyar a las bandas, yendo a sus conciertos, comprando sus
discos, su mercancía, sabiendo y coreando las canciones, así sobrevive un
artista, de su público. El resto… el resto son solo mercenarios del arte!!!