Bomba Estéreo |
“La influencia que tuvimos en la
escena nacional nunca fue planeada, pero el tiempo en el que lo hicimos
coincidió con el éxito de muchos artistas y abrió la mente a mucha gente. Todos
lo hicieron a su manera.”
Yo pienso que Colombia es a la música lo
que Brasil es al fútbol, un referente. Siento que nuestro país está en su
máximo nivel en el desarrollo del talento musical como nunca en la historia.
Esto está sucediendo actualmente en Bogotá, donde aproximadamente hace 15 años
nació un nuevo ritmo, el cual conocerán más adelante en este escrito. Este ritmo, desde México hasta Argentina está
predominando y en el resto del mundo se está convirtiendo en una tendencia a
seguir. Que esto esté pasando es algo que jamás se imaginaba Kike Egurrola, un
joven que siempre había vivido en Santa Marta junto a las tamboras tomando “Ron
Caña” y tocando el “llamador” o “el guache” a orillas de la playa de El
Rodadero, sin saber que iba a ser músico.
Mucho menos que en el futuro iba a mezclar esa práctica folclórica con
música electrónica. Y menos aún, que junto a otras personas comenzaría a abrir
caminos serios en el destino musical de todo un país al participar en el nacimiento
de un nuevo sonido colombiano que nos destacaría en el mundo.
Esta historia comienza en Bogotá a
principios de la década de los noventa en donde por sus calles y callejones se
podía escuchar un nuevo sonido, el rock bogotano, que llevaba ya más de 20 años
rebuscándose un espacio en la escena de la ciudad, gracias al trabajo de bandas
de los 70’s como Los Speakers que desde 1968 quisieron cambiar ese panorama tan
conservador en el que vivian y entrar en el mundo de la música que les llegaba
de fuera. Este sonido repercutió en la sociedad de esa época de manera
contundente y la banda fue emulada por nuevas agrupaciones a través de las
décadas como Los Flipers (1973), Génesis de Colombia (1974), Kraken (1987), Compañía
Ilimitada (1988), Pasaporte (1990), Estados Alterados(1991), entre muchos otros
hasta llegar a ser parte de aquel boom latinoamericano llamado entre otros
nombres “Rock en Español” y más recientemente “Latin Alternative” y que era
promocionado incesantemente por la cadena MTVLA, una filial de su homónimo
gringo que se encargó de “regar” el Rock latino por todo el continente.
Esto no paro ahí, de hecho el Rock encontró
uno de sus triunfos más altos en Bogotá, cuando en 1994, Bertha Quintero, Julio
Correal y Mario Duarte, importantes actores de la escena del rock de la
capital, se les ocurrió el proyecto de colocar a las bandas de rock emergente a
tocar en una tarima alternativa instalada en un parque, a esta actividad le
llamaron “Rock al Parque”. Para esa primera edición participaron cuarenta y
tres bandas nacionales como “Aterciopelados”, “Morfonia”, “1280 Almas”, “Catedral”
y “La Derecha”. Más de 120 agrupaciones distritales atendieron el llamado hecho
por este improvisado colectivo y más de ochenta mil personas asisten al
festival. Era evidente que en el Rock, Bogotá andaba buscando dar pasos de
animal grande, esto era una consecuencia de la impresionante movida del rock
alternativo de la capital que buscaba desesperadamente espacios de expresión.
Pero volvamos a Kike Egurrola ¿Se acuerdan,
el muchacho que siempre había vivido en Santa Marta junto a las tamboras? , pues
en 1996 decidió dejar su natal Santa Marta para irse estudiar arquitectura en
la capital, lo cual era una excusa porque él creía que Bogotá le ofrecería esa oportunidad
musical que tanto anhelaba e iba a intentar de cualquier manera conseguir su
sueño.
Después de un tiempo ya cursaba cuarto
semestre de arquitectura y había pasado por las filas de dos bandas, tomó la
decisión de no continuar con su carrera universitaria, ¿para qué estudiarla si
lo que en realidad quería era hacer música?
Le comunicó a su familia que él prefería una formación artística y fue
entonces que inició estudios musicales en la Universidad Javeriana en donde se
mantuvo durante dos semestres y después dos semestres más en la Universidad El
Bosque.
Totó La Momposina |
Ya con más conocimiento, calle y
experiencia dio el salto a los estudios de grabación, en donde tuvo la
oportunidad de compartir experiencias con algunos de los músicos destacados de
aquel entonces. La transición de la universidad a la realidad fue de gran
impacto para Kike al ver que no era lo esperado, que ese sueño de Rockstar no
era tan fácil. Comenzó a entender que debía tocar para vivir, que era
obligación aprender no solamente en la universidad sino también en la calle, en
la vida.
Una de las primeras oportunidades la
tuvo junto a Humberto Pernett and the Caribean Raver´s, ambos era de Santa
Marta y llegaron a vivir juntos a Bogotá pero por cosas de la vida trabajaron
cada uno en su proyecto hasta que el destino los unió, como dato curioso y
divertido, Kike cuenta que el único “Caribean Raver” era él, ya que en el principio trabajaron los dos solos.
En 2001 grabaron un trabajo en Barranquilla
donde conocieron a Felipe Álvarez, un destacado ingeniero de sonido y productor
quien estaba conectado entre otros con Richard Blair, este último estaba
cocinando una nueva alineación para su proyecto Sidestepper, se conocieron y
terminaron involucrados en el proyecto, Pernett como cantante y Kike como
baterista, con Sidestepper lograron conocer el mundo ya que era la agrupación
colombiana que más giraba en el exterior.
-Richard le enseño a muchos artistas
colombianos como es que funciona el mercado musical sin necesidad de ser Juanes
o Shakira- Explica Kike.
Richard Blair comienza su historia
musical en 1993 cuando siendo ingeniero de sonido de los estudios “Real World”
de Peter Gabriel al sur-oeste de Inglaterra, graba el ahora legendario disco “La
Candela Viva” de “Toto la Momposina”. Ese se convierte en su primer encuentro
con la música colombiana y el inicio de una intensa relación con la misma. Al final de 1993 Richard viaja a Colombia por
invitación de “Toto la Momposina”, su intención era quedarse un mes, conocer
algo del país y su cultura, viajar y devolverse pero ya lleva 21 años viviendo en Bogotá.
Richard Blair |
¿Qué
atrapó a Richard Blair de Colombia?
-Es algo como difícil de definir, yo
llegué a los 27 años y de una vez me sentí en casa, pues yo amo mi país, mi
gente, mi familia, pero hay algo con lo que no estoy cómodo allá. Llego a
Colombia y siento ese calor humano, la tolerancia hacia el otro, la humildad, y
el tener una infinita capacidad para ser felices- cuenta Blair con un aire de
melancolía.
Tras decidir quedarse empieza a
involucrarse en la escena musical que se encontraba en un momento interesante,
en 1994 trabaja en la producción de “Con el Corazón en la Mano” el disco debut
de aterciopelados, y en 1995 participa en la grabación de “La tierra del olvido”
de Carlos Vives. Es ahí cuando se da un encuentro determinante, Blair conoce a
los músicos “Teto Ocampo” e “Iván Benavidez” con quienes en 1996 le da a “Sidestepper”
una identidad de –colectivo- que sentará las bases de la experimentación entre
música tradicional colombiana y los sonidos electrónicos. Con el tiempo “Sidestepper”
se convertiría en el pionero del boom del mestizaje entre música folclor y música
electrónica, logrando que estos sonidos se colaran en la movida mundial junto
al éxito de Carlos Vives y sus “Clásicos de la Provincia”.
¿Cómo
Richard lideró esta genética sonora?
-Uno no arranca con cosas en la cabeza,
ni pensando “vamos a revolucionar esto”, uno solo puede trabajar lo que está en frente
de la mesa y yo estaba viajando cada seis meses para Inglaterra muy obsesionado
con la música bailable y la cultura de los Samplers que estaba arrancando en
aquel entonces. En mis visitas a Inglaterra iba a los Clubes de “Drum N Bass”.
Cuando regresé a Colombia la “cosa rockera” estaba apenas comenzando y la rumba
todavía era muy tropical, muy “salsa”. Entonces iba a rumbear en Colombia y me
di cuenta que los DJs allá eran genios poniendo salsa y música cubana, la forma en que manejaban la curva emocional
del publico era la misma forma como se manejaba en Londres, los principios eran
los mismos entonces comencé a armar el rompecabezas y pensé -ahhh con un poco de edición se puede utilizar
ese Drum n Bass para tocar Salsa y así programar Beats que cayeran con la
clave. Después del disco de Carlos vives tuve una plata y fui para Londres otra
vez, compré unos equipos y empecé a experimentar en el laboratorio con un disco,
solo, sin voces y de vuelta se lo mostré a Iván y él me dijo -tenemos que
ponerle voces a eso-.
-¿Que
hace particular a Sidestepper?-
-El colectivo hace referencia a una
familia de música que es muy extendida en el Caribe Colombiano y África. De
cierta manera nosotros en Inglaterra somos expertos en entender la música del
mundo, en reciclarlo y convertirlo en otra cosa- Concluye Blair.
A “Sidestepper” también se le considera
una escuela donde adquirieron formación muchos de los músicos que hoy día
suenan dentro de este movimiento, algunos son Pernett, Goyo de ChobQuibTown y el
Kike Egurrola de esta historia quién terminó siendo el baterista de Bomba
Estéreo.
¿Es
esa condición de colectivo-escuela uno de los elementos claves en la
consolidación de la escena actual en Colombia?
-La influencia que tuvimos en la escena
nacional nunca fue planeada, pero el tiempo en el que lo hicimos coincidió con el
éxito de muchos artistas y abrió la mente a mucha gente. Todos lo hicieron a su
manera, hay muchos más factores de influencia y cuando llegué en el 92 o 93 no
había Internet, no había viajes, ahora hay más gente estudiando y Colombia
siempre ha sido un buen semillero musical, inquieto, curioso-.
Kike tocando por todo el mundo en los
conciertos de “Sidestepper” logró destacarse con su elegante sonido y a partir
de ese momento hizo colaboraciones con muchas bandas que lo invitaban como “Calle
13”, “Sargento García”, “Tres Coronas”, “Son Palenque” entre otras que
contribuyeron al crecimiento de su reputación musical.
Devolviéndonos un poco en el tiempo, en el
año 2007, Felipe Álvarez invita a Kike a
un bar ubicado en el Barrio la Macarena en Bogotá, el lugar era de Mario Duarte,
vocalista de la reconocida banda distrital “La Derecha”, el bar se llamaba “En
Obra”. Lo habían invitado para que asistiera a un concierto de Simón Mejía y su
nueva agrupación “Bomba Estéreo”. En el lugar Kike se da cuenta que la cantante
es la hermana un viejo amigo Iván Saumet, compañero de andanzas en Santa Marta.
Cuando la vio en escena se dio cuenta del gran talento que ella tenía. Kike reconoció
y saludó a Simón, quien ya lo había conocido alguna vez en un bus de Copetran
ruta Taganga – Bogota. Álvarez entonces termina siendo de nuevo el puente para
que Kike se uniera a grabar en este nuevo proyecto. Kike aporta sonidos de
timbales, tambores, adiciones de percusiones y un par de baterías.
2008 es el año que Bomba Estéreo
comienza a abrir puertas con su segundo trabajo discográfico “Estalla/Blow up”
con el cual ganan disco de oro por superar las 10.000 copias vendidas en
Colombia. Gracias a este éxito, el videojuego FIFA los invita a participar de
la banda sonora con su sencillo “Fuego” y el canal MTV Latino los elige como mejor
nueva banda del Mundo, un título propio del canal en el marco de alguno de sus
reconocimientos anuales. En 2011 los invitan a participar en la banda sonora de
la película “Limitless”, una producción de Hollywood. La canción elegida para
ello es “La Boquilla”, asegurando con todas estas actividades un lugar en el
panorama de la música mundial.
De acuerdo a toda la historia planteada
anteriormente y a la visualización de la actual escena, podemos concluir que Colombia
es extremadamente rica en su diversidad musical, y que hay que combinar toda
esta riqueza con lo que se está haciendo para producir proyectos creativos
únicos. El músico debe adquirir el gusto y el conocimiento para poder
improvisar y encontrar la armonía perfecta en lo que está interpretando, el
sonido verdadero que se merece cada una de las manifestaciones musicales, ¡porque
no todos bailamos igual la Cumbia o el Fandango!, no todos bailan igual música
de tamboras o llamadores. Entonces hay que buscar el sonido propio con los
elementos musicales que el pueblo ha rescatado de las regiones y con el cual
fue adornando sus manifestaciones.
-
Uno tiene que ponerse a estudiar ese puntico, por eso yo involucré la guitarra
que llegó con los españoles, y la evolución que esta tuvo en Colombia con el
tiple. También las gaitas… ellas por supuesto tienen que estar ahí. La trompeta
y el redoblante con los que los conquistadores sometieron la música ancestral
de nuestros pueblos. Si uno tiene propuestas musicales del pueblo, pues tiene
que ponerlas en escena y eso fue lo que nosotros hicimos a través de la
composición.- Explica Totó la Momposina, uno de los
íconos del folclor Colombiano.
El grupo de Toto la Momposina es
reconocido por que no hacen música para ser famosos sino para resaltar los
géneros de los que hablan, esto les
permite entrar en la categoría “World Music” que tiene como objetivo difundir
las músicas tradicionales al planeta entero.
Hablando de identidad, Totó piensa que un
grupo de Salsa no puede ir a competir con un grupo de Salsa en Puerto Rico o Cuba,
o que si una banda está haciendo rock no puede ir y competir con una banda de
Rock en Inglaterra así como un grupo amateur de Ballet colombiano no puede
competir con una compañía de Ballet ruso. Lo más importante en un pueblo es la
manera como se expresa su idioma, su música y su corazón.
Ella dice -Si no se tiene buena música, ¿quieres
que te lo diga en el argot costeño? -¡pues se fregó pindanga!- Colombia tiene
que mostrar su camino a través de lo que nos pertenece acá, acá hay mucho Torbellino,
Bambuco, Cumbia. Música… ¡es lo que hay!, simplemente es ponerse a estudiar,
querer avanzar para poder estar en paz con el país y con la música misma. ¡Los
premios no hay que comprarlos, hay es que ganárselos! ¿Por qué se vende el
honor?, ¡se vende la palabra!, ¡se vende un país! y eso no aguanta.- Concluye
la cantaora.
Días después, volviendo a la serenidad
de la conversación con Richard Blair, preguntándole sobre el futuro de estas
expresiones que él había ayudado a crear y a moldear la reflexión no es tan
obvia. Para Blair, las expresiones actuales de estos géneros son el reciclaje
del reciclaje, sencillamente la proyección de lo que ya fue, a tal punto que su búsqueda se
concentra ahora en los sonidos de su nuevo trabajo “Supernatural Love” en donde
busca otras cosas, en donde lo que será importante es solo el mensaje sobre esa
base básica de tambores, la misma que conoció antes de convertirla en una
corriente mundial.
-Yo
fui un fiel discípulo de la máquina y al principio de los noventas salí con la
arrogancia del ser joven, que lo que yo pensaba era así y ya está. Eso está
viejo y ahora es pura máquina, después de veinte y pico de años trabajando en
eso, estoy totalmente de acuerdo con Totó-
Richard
Blair
Miguel Chinchilla
Subterránica